Sindicatos: enemigos históricos de la transparencia

15.11.2021 12:17

Históricamente los sindicatos a lo largo y a lo ancho de nuestro país se han caracterizado por tres cosas: reelegir y eternizar a sus dirigentes, una terrible opacidad y negarse a la rendición de cuentas.
 

La gran mayoría de sindicatos no rinden cuentas de cómo gastan sus recursos, ni de los subsidios entregados por el Gobierno ni sobre las cuotas de trabajadores. Además, que sus agremiados lamentablemente son poco exigentes para conocer realmente el uso que se les da a los recursos que reciben sus dirigentes.
 

El Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana es uno de los que más dinero recibe en América Latina y el que más se opone a transparentar los recursos que Pemex le transfiere. Carlos Romero Deschamps dejó una terrible herencia de corrupción y opacidad. Al igual que pasó con Elba Esther Gordillo en el sindicato nacional de maestros.
 

Desde principios de mayo del 2016 los sindicatos del país están obligados a rendir cuentas e informar sobre los recursos que reciben, sin embargo, se han mantenido como los más opacos y esto sucede en todos los niveles, siendo una clara evidencia de cómo se permea el negarse a rendir cuentas claras.
 

En el caso de San Luis Potosí, Bernardina Lara líder del SUSTGE lleva más de 37 años de cacicazgo sindical y ha sido un obstáculo constante para la transparencia. Año tras año recibe millones de pesos que se desconoce realmente como los maneja y existe una gran sospecha sobre su fortuna personal. Ha hecho con el gobierno en turno, acuerdos subterráneos que no se conocen ya que la Oficialía Mayor se ha negado a transparentar la información relativa a las negociaciones y condiciones generales de trabajo, así como a sus modificaciones y adiciones entre el SUTSGE y el Gobierno del Estado de San Luis Potosí.